Historia cortesia de Herr Grimmjow

Me despierto por el incesante ruido del maldito telefono que no deja de sonar.

Que carajo puede ser tan importante para que no me dejen hacer lo unico que me gusta, dormir, dormir y separarme de toda esta mierda.

La noche anterior fue una de esas noches tipicas, los que se dicen llamar mis amigos me invitaron a una porqueria de lugar, con mucha gente de porqueria en el, y pues ya saben lo ke pasa, una copa dos copas pasaron a ser una botella tres botellas.

A pesar de eso me siento menos mierda hoy que ayer, o tal vez es simplemente que ayer me sentia mas mierda que hoy.

Despierto por fin, el maldito telefono dejo de sonar, no hay ruidos en mi casa, claro hoy es martes, y todos estan haciendo algo.

Mi madre una brillante e independiente mujer de negocios, mi padre un brillante arquitecto, y mi hermana una brillante estudiante, pero el mejor siempre seré yo! , un brillante, un brillante, bueno un brillante fracasado.

Bueno eso de fracasado según una sociedad fracasada, ese es el unico consuelo que encuentro al despertar y darme cuenta que nada me interesa.

Es martes, mi casa esta vacia que hare yo, ya se! , pienso en suicidarme con la pistola de mi padre una vez mas, pero al instante me doy cuenta que no tengo ni el valor ni la cobardia suficiente para hacerlo, asi que decido prender un cigarro, y maldecir este hermoso dia soleado.

Ya han pasado dos horas desde que estoy sentado en esta silla con la tele apagada y mi wisky a medio terminar, decido jugar un poco con el play station.

Por fin una semana entera intentando pasar esta parte del juego ha rendido frutos, ahora me siento feliz y listo para comer, pero antes de que nada pase el telefono suena de nuevo.

Después de que suenta como treinta segundos decido contestar, de mal humor digo -quien?- y la voz en medio de una extraña interferencia responde –ellos van por ti, tienes que salir ahora- la comunicación se corta.

Que clase de broma imbecil es esta me pregunto furioso, asi que tomo una silla y la pongo frente a la puerta, luego tomo la 9mm que guarda mi padre en un cajon y me siento esperando con una sonrrisa de oreja a oreja.

Pero luego recapacito y me doy cuenta de una simple cosa, una cosa simple, una cosa importante, estoy hebrio nuevamente, asi que decido guerdar el arma y acostarme en la sala.

Espero a que mi familia llege y me de algo de comer, pero nadie llega, me empiezo a sentir triste sin mi familia, las unicas personas en este mundo que de verdad quiero.

Por fin, el timbre suena, decido abrir, pero cuando pongo la mano sobrelapuerta tengo una extraña sensación, algo esta mal, o algo simplemente no esta bien, mis papas tienen llave al igual que mi hermana, pero algo aun mas raro llama mi etencion, la luza que proviene de la ventana no parece solar, es como si un gran foco alumbrara una luz blanca artificial.

Pasan 5 minutos, el timbre no sono mas que una vez, no he abierto la puerta tengo miedo, en estos 5 minutos la luz ha disminuido un poco, como si ese “gran foco” perdiera energia, decido hacer lo que todo hombre hace para dejar de temer, ir por armamento.

Tomo la nueve milímetros y la pongo en mi cinturón, en mi bolsillo derecho guardo el cargador de repuestro, tengo 30 balas pero no me siento seguro ahun, decido tomar el cuchillote que guarda mi mama en la cocina, pero ahun me siento como decia mi mejor amigo Felipe como violador en prision, decido tomar el martillo de la caja de herramientas tambien.

Por fin estoy de nuevo frente a la puerta, se que del otro lado algo anda mal, pero ahora tengo armas y puedo matar, una idea rara pasa por mi cabeza, y si lo que quiero matar no tiene cuerpo, pero ya es muy tarde para arrepentirse, ahora estoy abriendo la puerta, soy un hombre algo hebrio y algo armado, soy un hombre me repito, hasta bromeo un poco diciendo -somos hombres o payasos!- , pero la risa no dura mucho.

El cielo es gris, gris muy claro, hay luz pero la luz no viene de ningun lugar, la luza simplemente esta ahí, pero no hay sol, ni gran foco, ni nada, no hay ruido, aprieto el mango del cuchillo con fuerza, un nuevo reto se me presenta, la puerta del patio de mi casa, es lo unico que se interpone entre el exterior y mis ojos.

La estoy abriendo, y pienso una cosa y solo una, -me estoy cagando del puto miedo!- que carajo pasa? Pero esa pregunta pronto sera respondida.

La puerta esta abierta, miro hacia el otro lado de la calle, pero no hay nada, no hay ruidos, no hay gente, bueno no es tan malo pienso por un momento, pero entonces asomo la caveza y volteo hacia la izquierda, se ve el fondo de mi calle y justo en el centro esta ese tipo, no se quien es pero siento qu lo conozco, pero no puedo distinguir su rostro a esa distancia.

Quien es, por que no hay nadie mas, de donde viene la luz, solo estas preguntas circulan mi cabeza, pero no creo ke la verdad que se esconde tras de ellas me alegre el dia.